Muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas, hemos reflexionado o prestado un mayor o menor grado de atención a nuestra autoestima, es decir, a la valoración, el afecto y la aceptación que sentimos por nosotros mismos y que los demás también nos hacen sentir.

Pero, ¿qué es la autoestima? Hace referencia al conjunto de percepciones, imágenes, pensamientos, juicios y afectos que tenemos las personas acerca de nosotras mismas. Se va conformando sobre todo durante nuestra infancia, principalmente a partir de la imagen que nos devuelven las figuras significativas, aunque también es el resultado del proceso de socialización, en el cual la familia y la escuela tienen un papel esencial.

Una autoestima adecuada nos proporciona un trato digno y basado en el respeto hacia nosotros mismos, y además nos facilita la búsqueda activa de actitudes que fomenten nuestro bienestar. Podemos enumerar una serie de características que constituyen una autoestima positiva ,las denominadas siete “aes”:

  1. Aprecio y Afecto: Demostrarnos cariño, comprensión, y en definitiva, sentirnos bien manteniendo hacia nosotros una actitud positiva.
  2. Aceptación: Aprender a aceptarnos tal y como somos, lo cual no quiere decir que no podamos cambiar, y por consiguiente, tener siempre abierta la posibilidad de mejorar ciertos aspectos con los que no nos encontramos del todo cómodos.
  3. Atención y Autoconsciencia: Prestar atención a nuestras cualidades, necesidades, deseos, así como también a nuestros defectos y limitaciones. También es importante observar el modo en que nos vemos a nosotros mismos.
  4. Apertura y Afirmación: Tomar una actitud abierta hacia los demás, reconociéndolos y afirmándolos; bajo esta premisa se encuentra la idea de que no podemos vivir de forma totalmente independiente de otras personas, estamos en constante interrelación con ellos.

En contraposición a lo anterior, quienes tienen una baja autoestima tienden a sentirse culpables con bastante frecuencia, creen que los hechos negativos que ocurren a su alrededor se deben a algo que ellos mismos han hecho mal (es decir, se atribuyen a sí mismos los fracasos y las experiencias negativas), y sin embargo, cuando tienen éxito o logran algo positivo, normalmente suelen buscar causas externas para explicarlo (por ejemplo, el azar, la suerte o la ayuda de otras personas).

Sin duda, la confianza que tenemos en nuestras capacidades y nuestros recursos para manejar las circunstancias y lograr nuestros propósitos se convierte en aspecto clave de la autoestima. Así, junto con una alta motivación y perseverancia (por citar sólo algunas cualidades), podremos contar con nuestra mejor aliada para ayudarnos en el proceso de crecimiento y desarrollo personal.

Aquí os indicamos algunas pautas para mejorar la autoestima:

  • Reconoce tus logros personales y tus éxitos, y felicítate por lo que has conseguido.
  • Acepta tus errores, y aprovéchalos como una oportunidad de aprendizaje, tratando de no aferrarte únicamente a tus limitaciones y defectos.
  • Modera tus exigencias y ajusta expectativas. Date permiso para fallar, regula tus autoimposiciones. A veces somos demasiado críticos con nosotros mismos, quizás sea el momento de valorar si los objetivos que a veces nos planteamos son poco realistas y tenemos entonces que readaptarlos o reformularlos.
  • Plantéate objetivos y metas. Busca el modo de alcanzarlos, elaborando un plan flexible y evaluando los avances que vayas consiguiendo y los obstáculos que se presenten, busca alternativas de solución.
  • Rodéate de un entorno que alimente tu autoestima, personas y ambientes con los que disfrutes y enriquezcan tu vida.

Para terminar, el siguiente fragmento, que corresponde a un poema de Virginia Satir, es una propuesta para reflexionar sobre aquellos aspectos que poseemos, y cómo éstos pueden facilitar nuestra aceptación y autoconocimiento.

(…) Soy dueña de mis fantasías,
mis sueños,
mis esperanzas,
mis temores.
Son míos mis triunfos y mis éxitos,
todos mis fracasos y errores.
Puesto que todo lo mío me pertenece,
puedo llegar a conocerme íntimamente.
Al hacerlo, puedo llegar a quererme
y sentir amistad hacia todas mis partes.
Puedo hacer factible
que todo lo que me concierne funcione
para mis mejores intereses.
Sé que tengo aspectos que me desconciertan
y otros que desconozco.
Pero mientras yo me estime y me quiera,
puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas
e ir descubriéndome cada vez más.

 

Begoña López

 

 

 

logo-ampsico-web

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Habla con nosotros
Hablamos!!!
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?