Sé feliz, es Navidad
La Navidad es una época de luces, adornos de color dorado, verde y rojo, caras de niños sonrientes por la calle, reuniones familiares, olor a
guisos navideños en la cocina, dulces que con su sabor nos conducen a este tiempo y mil cosas más que parece que se engloban bajo una frase
mágica: “felicidad obligada”.
¿Cómo una fecha tan esperada en la mayoría de los niños y niñas del mundo, se puede convertir en unos días evitados cuando se llega a adulto? ¿Por qué se produce este cambio tan drástico? Por supuesto, ponemos entre paréntesis a las personas que han perdido recientemente a seres queridos. Para ellos es indiferente el mes del año en el que se encuentren, el sabor amargo que deja el echar de menos a alguien no entiende de calendarios. Nos referimos al resto de la población que se siente identificada con el comentario que encabeza este artículo. Personas que sienten haber perdido la ilusión y que el mes de diciembre y parte de enero se convierte en un periodo de continuo estrés. Para ellas, va dirigido este artículo.
Ahora que ya estamos tú y yo, permíteme que te haga una pregunta. Tómate tu tiempo para pensarla y luego si quieres me la cuentas: ¿Es una obligación sentir felicidad en Navidad?
Si tu respuesta ha sido “sí”, seguramente te has convertido en una víctima de la Navidad o del movimiento social (quizás comercial) que la rodea. Pero lo más importante es que puede que hayas olvidado que tú eres quién manda sobre tus emociones y en este caso en tu felicidad, tú eliges cuándo sentir y cómo. Olvida el nombre de la mensualidad en la que te encuentras y comienza a ser quién quieres ser. Cambia el foco de atención, dirígelo hacia donde realmente te apetece y disfruta de estos días como te mereces. Lee estos estos consejos que te proponemos para ayudarte y hacerte todo algo menos complicado:
1. Personaliza tu mundo: Hacer que cada día sea distinto nos ayuda a no caer en una rutina desgastante. Por eso, la idea de darle un toque especial a tu hogar en estos días es nuestra primera propuesta. Pasa de puntillas por lo típico y ve hacia tus gustos. Puedes dar una pincelada peculiar a tu alrededor con elementos que van más allá de árboles decorados. Busca ideas, echa mano de tu imaginación o creatividad y empieza a construir tu propia realidad en la que te sientes cómodo y a gusto. Acuérdate, vas a hacerlo porque tú lo eliges no porque la sociedad lo impone.
2. Ilumina lo que quieres que luzca más: Tanto si tienes o no algunos días de vacaciones, aprovecha para salir de lo habitual y dedicarte a esos pequeños placeres que realmente te hacen feliz. Pasar tiempo con alguien especial o ir a ese lugar que te gusta tanto, pueden ser algunos ejemplos. Olvídate de las obligaciones por un momento y para el mundo en el instante en el que tu sonrisa aparezca. Recuerda, tú eres el que manda.
3. Cambia el ruido permanente por una melodía: la música es una de las mejores conductoras de las emociones, déjate llevar por ellas hacia la felicidad. Elige y reproduce tu canción favorita o hazte con una lista que evoque en ti emociones positivas. Ponla en cualquier momento, ponte cómodo, cierra los ojos y dedícate este momento de placer.
4. Aromatiza tu día a día: sigue haciendo tuyos estos días singulares eligiendo un olor. A partir de ahora, será la fragancia que te recuerde a estas fechas.
5. Relájate: Has cambiado tu alrededor, así que no te olvides de cambiar esas cosas de ti mismo que no te convienen. Elimina las tensiones que puedas tener y deja que la relajación se haga dueña de tu cuerpo y mente. Hacer una respiración consciente es un ejercicio que nos ayuda a eliminar el estrés. Imagina que tu abdomen es un globo, tienes que llenarlo de aire poco a poco inhalando y exhalando de una manera calmada. Estírate, visualiza un gato cuando se despereza e imítalo. Y por último, ayuda a tus hombros a suprimir esa presión que soportan. Levanta y bájalos varias veces, luego haz círculos hacia un sentido y luego el otro.
Lo más importante, haz de tu vida tu propia vida y… felices días.
Comentarios recientes