La caja de arena, el poder del juego.

La fantasía, la espontaneidad y la creatividad del juego
a favor de los niños en terapia.

 

La caja de arena es una técnica proyectiva que permite externalizar los estados internos y desde ahí observar los conflictos internos, las transferencias que se realizan a personas u objetos y un largo etcétera. Tal y como dijo Rapaport, todas las manifestaciones del comportamiento humano, desde las más insignificantes, revelan y explican la personalidad del sujeto, es decir, el principio individual del cual es portador. Desde este punto de vista todo lo que hacemos (y también lo que dejamos de hacer) da información constante sobre quiénes y cómo somos.

caja de arena

Esta técnica apareció de la mano de la pediatra y psiquiatra inglesa Margaret Lowenfeld que empezó a utilizar el juego con la arena, el agua y las miniaturas en las sesiones con los niños. Se dio cuenta de que los niños construían escenarios en los que representaban su propio mundo interior y exterior. Los niños lo bautizaron como “la técnica de los mundos”. Y por tanto se dice muy acertadamente que los auténticos creadores de la técnica fueron los propios niños.

 

Para quién está especialmente indicada

La técnica de la caja de arena es sensible de ser utilizada con todo tipo de personas, desde niños hasta ancianos. Sin embargo hay poblaciones en las que está especialmente aconsejado por aportar un canal de comunicación que va más allá de lo verbal. Estas poblaciones son:

  • Personas que han sufrido traumas, malos tratos o abandono.
  • Personas con retraso en el desarrollo, bajas habilidades verbales o baja inteligencia emocional.
  • Pacientes con historial de daño neurológico.
  • Niños con trastornos del apego.

caja de arena

 

Beneficios de la técnica

La caja de arena permite tender un puente entre la realidad intrapsíquica donde el niño o el adulto y las escenas que elaboran en el exterior.

Otro beneficio clave es la seguridad. El entorno y la actitud del terapeuta crean un clima en el que sentirse tranquilo para poder expresarse.

Además, la técnica es una fuente de metáforas terapéuticas. Algunos ejemplos que José Luis Gonzalo Marrodán da en su libro son superhéroes como sentimientos de seguridad y protección; las vallas como contención, límite y protección; los puentes como elementos de integración y los monstruos para representar la noche, el terror.

El respeto que implica hacer exploración en lugar de una interpretación ya que se valida el paciente es el único experto en su propia caja. Además de que no obliga a elaborar verbalmente después con el paciente.

 

En conclusión está técnica proyectiva permite facilitar el mensaje cuando las palabras no son tan útiles. Pone la creatividad y el juego a favor de la terapia, tal y como hemos visto con otras técnicas en la terapia infantil y adolescente, desde mi experiencia eso siempre es un acierto. La caja de arena me ha enamorado desde el primer momento en que recibí la formación y espero poder seguir profundizando en ella con los años. Es un placer compartir una breve introducción a este mundo mágico.

 

Bibliografía

  • Construyendo puentes. La técnica de la caja de arena (2014). José Luis Gonzálo Marrodán. Desclée de Brouwe.
  • Alzate Vélez, L. y Muñoz Vila, C. (2016) El reflejo de la realidad interna en el juego con la caja de arena. Revista de Psicología Universidad de Antioquía 8(1), 111-126.
  • Ventanas a nuestros niños: Terapia Gestáltica para niños y adolescentes (1988) Violet Oaklander. Cuatro Vientos Editorial.
  • Manual de Terapia Infantil Gestáltica (2010) Loreta Cornejo. Desclée de Brouwe.

 

Cristina García Van Nood, psicóloga en Ampsico

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