Mar 6, 2019 | Buenos hábitos
Correr es algo natural e inherente al ser humano. Todos sabemos correr. Está en nuestro ADN, en nuestra estructura morfológica y en nuestra mente. No así montar en bicicleta o nadar, actividades no naturales y que requieren una preparación o aprendizaje previo en cualquier ser humano.
Por ejemplo, salir corriendo, es una respuesta involuntaria. Es una respuesta mental e inconsciente ante algún peligro inminente que requiere una rápida respuesta por nuestra parte. La evaluación de ese peligro (un accidente, una situación violenta, una noticia trágica, etc.) por parte del cerebro, incita generalmente a la acción rápida, y activa nuestro cuerpo para responder de forma inmediata en base a la decisión que tomamos en ese momento.
Pero correr puede ser también una herramienta consciente de respuesta voluntaria ante algún peligro existente en el medio o largo plazo. Son esos peligros que están ahí, que no solemos ver, y que poco a poco van haciéndose más grandes y difíciles de gestionar.
Vivir descontento, sin ganas, con poca ilusión, sin rumbo, con estrés constante, con inseguridades, con falta de confianza en uno mismo…son «peligros». «Peligros» que nos acechan a todos en algún momento de nuestras vidas, y de los que es necesario salir adelante. Unas veces cuesta más, y otras menos. Todo depende de qué hagas para cambiar la situación: no hacer nada, es lo peor que puedes hacer.
Correr puede ayudar a cambiar estas situaciones. El «running», como se dice ahora, es la actividad deportiva por excelencia para ayudarte a sentirte más satisfecho con tu vida y acabar con esos «peligros».
¿Por qué correr?
- Sales de la rutina de siempre y cambias tus hábitos. Ya sólo ponerte las zapatillas e intentarlo, es el primer triunfo.
- Haces ejercicio. Vital para mejorar tu salud (junto con otro tipo de hábitos) y previene de contraer determinadas enfermedades.
- Cada pequeño reto que superas, es un triunfo. Un día 10 minutos, otro 15, 20, así hasta seguir superándote. Así hasta que un día te metes 10 kilómetros en menos de una hora. No hay límites. Los pones tú.
- Cuando terminas el reto diario, no hay mayor sensación de felicidad y satisfacción que haber logrado tu objetivo. La serotonina que segrega el cerebro tras un entrenamiento es capaz de generar en una persona, una increíble sensación de bienestar y satisfacción.
- Esa sensación de satisfacción, unido a una rutina de entrenamiento ordenada, son capaces de mover montañas y de evolucionar hábitos y comportamientos diarios en cualquier persona. Le cambian la vida.
- La experiencia de entrenar, de afrontar dificultades en la carrera, de perseverar, de tener malos días y de superarlos, es una riquísima fuente de aprendizaje para el día a día en tu vida personal y profesional
- En el medio plazo serás capaz de comprobar cómo día a día tu vida ha ido mejorando en cuando a satisfacción. Te sientes más seguro de ti mismo, más feliz con los demás y con una mayor ilusión por todo aquello que te rodea.
El «running» es una medicina perfecta para mejorar la satisfacción en general con uno mismo y con la vida que tenemos.
Una vez llegado hasta aquí… ¿Quieres empezar a correr? ¿No sabes cómo empezar? A continuación te mostramos una pequeña guía de ayuda para que puedas arrancar de la forma más sencilla posible:
- Piensa en un parque cerca de casa, un lugar donde pasear, desconectar y sentirte libre.
- Sal cuando puedas, e intenta aprovechar el sol. Eso sí, ponte unas zapatillas deportivas, si puede ser, especiales para correr.
- Comienza andando, al menos la primera media hora. Ve a un ritmo creciente hasta que empieces a sentir “calor».
- Pasada media hora comienza a correr, despacio, con calma… intenta aguantar al menos 10 minutos. Vas a sufrir, pero ese sufrimiento es la clave del esfuerzo y de la mejora. ¡Verás como pronto merece la pena!
- Cuando “no puedas más”, para y sigue caminando al menos 15 minutos.
- Cuando acabes… piensa: ¿cómo te has sentido? ¿Con cuántos corredores te has cruzado? ¿Crees que merece la pena correr para mejorar tu estado de ánimo y tu fortaleza?
- Intenta seguir esta rutina con regularidad, por ejemplo, dos veces a la semana… y trata de correr cada vez más tiempo… Ten paciencia, pero el primer mes ya verás como algunas cosas irán cambiando.
Dicho esto… ¿a qué esperas para ponerte un par de zapatillas?
May 10, 2018 | Buenos hábitos, Inteligencia Emocional, Psicología
Combate el estrés con estas 6 técnicas de relajación.
¿Qué es el estrés?
El estrés es un mecanismo natural que te ayuda a afrontar a situaciones adversas. Tu cuerpo se activa para poder hacer frente a un reto o desafío. Por tanto el estrés no es negativo, sino al contrario, te ayuda a buscar soluciones y soportar las complicaciones. El problema del estrés aparece cuando persiste en el tiempo.
El estrés prologado tiene serias consecuencias para la salud desde fatiga, dificultad para dormir e irritabilidad hasta problemas en el sistema inmune e infecciones víricas y bacteriológicas.
Conseguir tener una mente tranquila es una gran arma para luchar contra el estrés continuado.
Según el médico Ignacio Berciano Pérez la relajación permite abrir la puerta a la felicidad en situaciones de sobrecarga de estrés, de nerviosismo, de angustia…
Ahora pasaremos a explicarte 7 técnicas esenciales para fomentar el descanso y aliviar las tensiones.
Técnicas de relajación:
1- Respiración profunda
La respiración es la más forma más básica de comunicación con tu entorno. ¿Te has dado cuenta de que cuando estás sufriendo estrés/ansiedad tu respiración es más superficial y agitada? Respirar profundamente es la manera más sencilla de combatir el estrés.
Cuando notes que el estrés se apodera de ti dedica unos minutos a conectar con tu respiración. Cierra los ojos. Siente el frescor del aire entrando por la nariz. Una vez hayas inspirado profundamente reten ese aire por unos segundos. Luego suelta lentamente el aire por la nariz. Nota la diferencia de temperatura del aire que sale frente al que entra.
2- Bote de la calma
La siguiente técnica esta basada en la metodología Montessori. Aunque inicialmente fue diseñada para niños es igual de efectiva en adultos.
Para utilizar esta práctica debes crear un bote cerrado con purpurina dentro. Cuando aparezca el estrés puedes agitar el bote y hacer unas respiraciones profundas mientras observas como cae la purpurina. Aquí tienes un vídeo donde puedes ver como crear tu bote de la calma paso a paso.
3- Imaginación guiada.
Tras aprender a respirar profundamente puedes visualizar un paisaje interior. Puedes utilizar un recuerdo de una playa, un monte…o crearlo. Diseña ese lugar al que poder retirarte cuando lo necesites.
Aquí tienes un ejemplo de visualización guiada. Hay una gran variedad de opciones, puedes encontrar la que más se adapte de a ti.
4- Relajación muscular progresiva de Jacobson
La relajación muscular progresiva nos ayuda a identificar la tensión muscular. Este método consiste en alternar ejercicios de tensión y relajación de grupos musculares con el fin de alcanzar un nivel profundo de relajación.
5 – Exploración corporal
Para utilizar esta técnica primero concéntrate en la respiración. Siente el peso del cuerpo sobre la silla o sobre el suelo. Ahora imagina un escáner de luz que recorre tu cuerpo desde las puntas de los pies hasta la cabeza. Avanza lentamente, poniendo atención en cada zona de tu cuerpo.
Las emociones se sienten en el cuerpo y aprender a identificarlas resulta muy valioso para poder saber que necesitas en ese momento.
6- Deporte
No queremos dejar de lado al cuerpo en este listado ya que éste tiene un papel protagonista en nuestra felicidad. Dedícate tiempo a ti mismo/a y sal a caminar, correr, haz un poco de yoga… Si puedes dejar el móvil atrás mejor que mejor.
7- Mindfulness
El mindfulness es una versión más práctica de la meditación tradicional. El concepto clave sobre el que descansa el mindfulness es estar presente, es decir, lograr un profundo estado de conciencia. En otras palabras, estar en el el aquí y el ahora. Si observas tus pensamientos te darás cuenta de que nuestra mente tiende a irse hacia lo que tendrás que hacer a continuación o aquello que has dejado de hacer recientemente. Gracias al mindfulness podrás vivir tu vida con más presencia.
Resumiendo, el estrés es uno de los grandes males de nuestra sociedad. Sin embargo podemos combatirlo. Para lograrlo es importante tener una buena higiene mental libre de pensamientos negativos y ejercitar nuestra calma. Vuelve a conectar contigo mismo. Dedícate un momento lejos de las pantallas y notificaciones. Busca el silencio exterior para re conectar con tu silencio interior.
Como en todo la práctica es un grado. No te desanimes si en las primeras ocasiones encuentras más dificultad y date la oportunidad de practicar.
May 9, 2017 | Nuestro equipo de cerca
Seguimos presentándonos más en detalle. Este mes os dejamos ver un poco más de nuestra fascinante Andrea, la pedagoga del equipo.
¿Qué querías ser de pequeña?
La verdad es que no supe qué estudiar hasta bien mayorcita, lo que tenía claro era que mi camino estaba lejos del campo de las matemáticas, físicas y químicas. Siempre me ha gustado el de la educación quizás por mi influencia materna, mi maestra mamá. Al igual que mi compañera Mercedes, el hecho de ser veterinaria siempre andaba por mi cabeza pero me encontré con su mismo problema, para cuidarlos y jugar con ellos sí, pero para operarlos… esa era otra historia.
¿Un recuerdo de tu infancia/adolescencia?
Todos los buenos recuerdos que se me vienen a la cabeza son con mi familia y/o amigos. Algunos de esos momentos son por ejemplo cuando nos íbamos de vacaciones de verano con la familia al completo: mi madre, mi padre, mi hermano, mi perro y yo. También guardo buenos recuerdos de mis veranos en el pueblo, sacando todos los juguetes al jardín y de mis cumpleaños en casa, con todos los amigos sentados alrededor de una gran mantel tipo “picnic” en el suelo.
¿Por qué decidiste ser pedagoga?
Suena a tópico pero la realidad es que poder ayudar a los demás de alguna forma es bastante gratificante y enriquecedor . Mi vocación comenzó como Educadora Social, la cual tuve la sensación de que se me quedó bastante corta y decidí seguir estudiando acabando mis estudios de Pedagogía. Nunca he dejado de formarme, lo que me hace seguir reafirmándome en la idea de continuar en el mundo de la educación y la formación.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Mi profesión se aleja de ser un trabajo monótono y rutinario, prácticamente ningún día, ningún alumno o ningún taller es igual que el anterior, y es eso lo que realmente me gusta, que nunca dejo de aprender y de ver cosas nuevas y motivantes día a día.
¿El mayor reto al que te has enfrentado en tu profesión?
Cada día es un reto, pero sin duda lo que más cuesta es que los alumnos o personas con las que intervengo sé den cuenta de sus verdaderas capacidades y de todo lo que pueden llegar a hacer. El poder de la mente es muy fuerte, pero con esfuerzo, constancia y paciencia el más grande de los retos se consigue.
¿Una canción y una emoción?
Destacaría por un lado una canción, “NO dudaría” de Antonio Flores, está llena de emociones y significado, es un grito a la “no violencia”.
Cambiando de estilo también mencionaría alguna canción de AC/DC , como por ejemplo Highway to Hell, ya no por su traducción «Autopista al infierno», un tanto satánica, sino por la emoción que me transmite al escucharla ¡la sorpresa! No hay vez que la escuche en el coche que no pueda dejar de cantarla con la sorprendente misma fuerza que la primera vez.
Alguien a quien admiras y se merecería una entrevista.
Pues es una pregunta difícil, pienso que de todas las personas se puede aprender algo aunque sea mi peor enemigo pero susceptible de merecerse una entrevista aún así.
Pensando un poco, y relacionándolo con mi profesión, sería interesante un diálogo con César Bona, uno de los 50 candidatos al Global Teacher Prize, el premio Nobel de los profesores.
Tu lugar favorito en el mundo.
No sabría decir uno en concreto, me encanta la playa, el sol, caminar y jugar a las palas en la orilla del mar… pero también me relaja mucho el aire fresco, el olor y el paisaje de la montaña. Intento disfrutar de dónde esté en cada momento y si estoy rodeado de los míos mucho mejor, creo que eso es lo bonito de la vida.
¿Qué otras pasiones tienes?
Sin duda el deporte, pero entendido de una manera especial. Realmente por tiempo no lo sigo mucho, apenas me interesan las clasificaciones lo cual no significa que no me guste verlo, claro. Lo que realmente me apasiona es practicarlo y enseñarlo con todo lo que ello conlleva: sacrificar mis horas de descanso por pasar unos buenos momentos con mis compañeras/os de equipo, amigos, jugadores con discapacidad que no paran de sorprenderme y siempre me sacan una sonrisa o exalumnos a los que he entrenado. Todo eso ,no tiene precio.
Desde pequeña he jugado al baloncesto y más adelante me adentré en el sorprendente mundo del fútbol femenino. Siempre he opinado que el deporte es la salvación de todo estudiante y persona adulta.
Por otra parte me encantan las manualidades, teniendo la inquietante habilidad de ver la utilidad a cosas que las demás personas dicen no servir para nada, ¡y por supuesto los animales!
¿Puedes recordar lo último que aprendiste impartiendo un taller o dando una sesión? (Del paciente, niño, etc.)
Los niños son verdaderamente los que más me sorprenden y de los que más aprendo. Cuando te das cuenta del tiempo que has empleado en un determinado material que creías que iba a ser la actividad estrella de la sesión pero luego te percatas que ellos disfrutan de lo grande con lo que tu creías que era una actividad casi intrascendente para ellos, es un verdadero aprendizaje. Tienes que estar preparado para disfrutar de cualquier cosa, ¡por insignificante que sea!
Un material que te guste mucho para trabajar y que recomendarías.
Los talleres relacionados con las Habilidades Sociales e Inteligencia Emocional son sin duda mis preferidos. Destacaría una dinámica llamada “El marco” y que he utilizado mucho. Se trata de colocar un marco de fotos mirando al compañero que elijamos como si fuera una foto y le decimos algo positivo o que nos guste de él/ella, enfatizando así la necesidad del contacto visual al realizar y recibir halagos.
Me encanta porque no sólo es importante saber las cosas positivas de uno mismo, sino que los demás te lo reconozcan y ¡te lo digan!
Para terminar, una frase que tengas presente en el día a día.
Sin duda las que más me gustan son aquellas que definen las pequeñas alegrías del día a día:
“Qué felices seríamos si nos diéramos cuenta de lo felices que somos”.
“La felicidad es frecuente, no pasa un día en que no estemos un instante en el Paraíso”.
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