Nuestro equipo de cerca:  Begoña López

Nuestro equipo de cerca: Begoña López

Os presentamos la historia de Begoña, psicóloga  de Ampsico.

En este artículo Begoña nos habla de su infancia, los lugares que para ella son especiales y otras cosas que te harán conocer a una parte muy importante de este equipo.

¿Qué querías ser de pequeña?Bego de pequeña 001

Hubo un tiempo en que quise ser secretaria, me fascinaba la mecanografía e incluso el sonido de las máquinas de escribir. Me imaginaba redactando cartas y documentos sin parar, pensando inocentemente que eso sería lo único que haría, ya que otras tareas ya no me llamaban tanto la atención.

¿Un recuerdo de tu infancia/adolescencia?

Por ejemplo, las tardes de paseo comiendo helado con mi familia por la Casa de Campo o montar en el Teleférico, lo recuerdo con mucho cariño.

¿Por qué decidiste ser psicóloga?

Supongo que fue algo progresivo, cuando conversaba con amistades me fui dando cuenta que me gustaba escuchar sus problemas e intentaba entender cómo se sentían y qué podía hacer para ayudarles, poco a poco fue creciendo ese interés hasta convertirse en auténtica vocación.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

El hecho de contribuir a que alguien entienda y sepa afrontar adecuadamente las dificultades que se le presentan en el día a día, así como poder observar y ser partícipe de algún modo en su evolución, para mí es muy gratificante.

¿El mayor reto al que te has enfrentado en tu profesión?

Considero que cada persona con la que trabajo supone un desafío: conocer sus particularidades, hasta qué punto está motivado/a para seguir una terapia y lograr cambios, establecer buena sintonía psicológica con ella, son objetivos clave a conseguir.

¿Una canción y una emoción?

“Fields of Gold” interpretada por Eva Cassidy, me apasiona su sensibilidad, delicadeza y ternura, la calidez y pureza de su voz, es simplemente maravillosa.

Alguien a quien admiras y se merecería una entrevista

Para mi son admirables valores como la solidaridad, el esfuerzo, la tenacidad, la perseverancia, la humildad o la valentía; cualquier persona, al margen de que la conozca o no, que los cumpla, merece desde luego todos mis respetos.

Tu lugar favorito del mundo

Aunque seguramente me quedan todavía muchos lugares por conocer, adoro mi ciudad, Madrid: la plaza de Oriente, el Retiro, el Templo de Debod, muchos rincones con encanto especial.

¿Qué otras pasiones tienes?

Me gusta mucho escuchar música en sus estilos más diversos (por ejemplo, desde Linkin Park o Red Hot Chili Peppers a Ludovico Einaudi o Enya), viajar, ver series, compartir momentos con mi gente.

Un material que te guste mucho para trabajar y que recomendarías

Consiste en enviarse una carta a uno mismo desde el futuro a nuestro yo actual, como si hubieran pasado diez años por ejemplo. Es una manera de hacer frente a la imposibilidad de encontrar una solución a los problemas presentes; el yo del futuro explica qué herramientas usó para enfrentar las dificultades, en quién se apoyó, etc.

Para terminar, una frase que tengas presente en el día a día

“Haz de tu sonrisa un paraguas y deja que llueva”. La vida nos coloca muchas veces ante situaciones realmente difíciles y pienso que es fundamental no dejarse vencer por las adversidades, recurriendo a nuestras capacidades y fortalezas personales.

 

Tres, dos, uno… ¡Sonríe!

Tres, dos, uno… ¡Sonríe!

Tres, dos, uno… ¡Sonríe!Child with smiley sun drawing

La risa, además de ser una de las expresiones que refleja la experimentación de emociones positivas, es innata en los seres humanos.

Seguro que a lo largo del día, la risa se asoma a tu cara sin que ni siquiera seas consciente, por ejemplo cuando te encuentras con un vecino, al dar los buenos días a tus compañeros de trabajo, cuando recibes una felicitación o te cuentan una historia divertida. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en los beneficios que tiene reírse? Sigue leyendo y te contaremos algunos de ellos.

Reirnos…

  • Nos ayuda a mantener el bienestar físico y mental con la liberación de una serie de sustancias como las endorfinas (conocidas también como hormonas de la felicidad), que permiten mantener estados emocionales positivos.
  • Mejora nuestros sistemas circulatorio e inmunológico.
  • Refuerza nuestra autoestima.
  • Nos impulsa a afrontar de forma más positiva los problemas cotidianos distrayéndonos de algunas preocupaciones y acortando el ciclo de los pensamientos negativos.
  • Previene conflictos ya que reduce de forma natural los niveles de agresividad.
  • Favorece la comunicación y enriquece las relaciones sociales.

Un día sin reí,es un día perdido

Como ves, es mucho el poder que tiene algo tan simple como una sonrisa o una carcajada. No pierdas la oportunidad de disfrutar de todos sus beneficios escondidos en los pequeños detalles, en los recuerdos de “batallas” vividas con amigos, en esos ratitos de juego con los más pequeños, en las bromas y en tantos y tantos momentos de tu día a día que sólo tú conoces.

 

 

 

 

logo-ampsico-web

 

 

 

 

 

 

Nuestro equipo de cerca:  Julia Romero

Nuestro equipo de cerca: Julia Romero

Hoy os presentamos a una integrante más de nuestro equipo, ella es Julia y esta es su historia.

En este artículo Julia nos habla de su pasado y de su presente, repasamos con ella el camino que le ha traído hasta ser una de nuestras psicólogas.

¿Qué querías ser de pequeña?

Julia Romero

Julia Romero de pequeña

Siempre he dicho que quería ser psicóloga, es algo que he tenido claro desde pequeña. Mi gran influencia ha sido mi madre, ella trabajaba con niños con necesidades educativas especiales. Ella no era psicóloga, era maestra de educación especial y logopeda, pero siempre ejercía de apoyo, psicóloga y ayuda a quien lo necesitaba. Recuerdo con especial cariño a un niño Down con el que estuvo varios años y al que ella también cogió mucho cariño. Además, tuve una tía con este mismo síndrome y con la que aprendí que cada persona tiene un don especial, que solo hay que saber verlo. Era la artista de la familia.

¿Un recuerdo de tu infancia/adolescencia?

He tenido una infancia muy feliz, pero sin duda mis mejores recuerdos son del lugar donde veraneo desde pequeña. Aquellos veranos interminables donde todo era posible.

¿Por qué decidiste ser psicóloga?

Me gusta ayudar a la gente, estar en contacto con historias de superación y sobre todo, ver cómo alguien puede crecer y superar retos que previamente ni imaginaba. Ser testigo de ello es un privilegio.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

Creo en las personas y en sus posibilidades, esa es mi gran religión dentro de mi profesión. Pienso que no hay límites externos si no internos capaces de no hacerte alcanzar tus objetivos.

¿El mayor reto al que te has enfrentado en tu profesión?

Julia Romero en Non Stop People

Julia Romero en Non Stop People

La primera vez que me enfrenté a una paciente, me temblaba hasta el apellido. Pero cuando salí de la primera sesión viví esa maravillosa sensación que me confirmaba que no me había equivocado al elegir mi profesión. Aún no sabía si le iba a poder ayudar como yo deseaba, pero solo pensar el reto que tenía por delante me hizo sonreír para un par de días. Esa misma sensación la experimento cada vez que me enfrento a un nuevo caso, a una nueva historia.

¿Una canción y una emoción?

«Las cosas pequeñitas», Nolasco. «Si me gusta disfrutar por la noche y por el día no es que sea superman, es que me gusta la vida, me gusta saborear las cosas más pequeñitas, las cosas más chiquititas..», es el estribillo de mi canción preferida y creo que resume mi emoción preferida. Ilusión y ganas de vivir, de disfrutar de todo y con todos.

Alguien a quien admiras y se merecería una entrevista.

Tengo varios referentes profesionales y dos personales. De ellos elijo a la persona que más me ha enseñado en esta vida, quién ha sabido luchar, reinventarse y volver a sonreír después de vivir la peor de las situaciones. Tesón, cariño, amor, humildad, profesionalidad, corazón… la lista de adjetivos preciosos no termina para definir al que es el amor de mi vida, mi padre.

Tu lugar favorito en el mundo.

Mi playa, mi terraza, pero rodeada de los míos. Ellos son los que hacen de aquel lugar un sitio mágico y paradisíaco.

¿Qué otras pasiones tienes?

Bailar flamenco, ir de feria en feria con mis primas y amigas, reír, ver la novela de después de comer con mi padre, viajar a Cádiz, estar en la playa tostándome al sol, hacer running, comer jamón y por supuesto, ¡los carnavales!

Un material que te guste mucho para trabajar y que recomendarías.

La primera, la imaginación. Y segundo, marionetas, ya que te dan la oportunidad de representar lo aprendido y reforzar el conocimiento que estás trabajando. Ahí mezclas cuentos y lo que se te ocurra.

Para terminar, una frase que tengas presente en el día a día:

«No dejes para mañana lo que puedas reír hoy»

Foto: BP

Foto: BP

 

 

Adiós, miedo

Adiós, miedo

Adiós, miedo

El lenguaje es el vehículo a través del cual expresamos nuestra realidad y le damos sentido a nuestro mundo. Pero, ¿cómo hablamos de los problemas a los que nos enfrentamos? Es una tarea difícil, y más aún, cuando se trata de situaciones en las que el sufrimiento puede bloquearnos y no dejarnos expresar lo que sentimos. Y es que la forma en la que pensamos y hablamos de nuestros problemas influye tanto que puede contribuir a alimentarlo o, por el contrario, ayudarnos a ver otras perspectivas.

Un recurso poderoso para crear nuevos enfoques a los problemas contra los que luchamos son las cartas terapéuticas, ya que nos ayudan a desarrollar un nuevo lenguaje .

A lo largo de los años, en Ampsico hemos podido leer cartas terapéuticas muy poderosas que han ayudado a parejas a ir más allá de los conflictos que les separaban o  a adolescentes a superar situaciones de bullying. De entre ellas hemos seleccionado una muy especial. Y es que nos gustaría compartir la fuerza y energía que contiene esta carta con la esperanza de que pueda aportar luz a otras personas que se viven atrapadas por el miedo.

Esta carta es para ti:

Despedida al miedo

Hola, miedo
 Hoy quiero despedirme de ti, después de haber convivido contigo durante más de 25 años de mi vida.
 La convivencia contigo ha sido horrible.
He temblado, he sentido taquicardias, he llorado y lo peor de todo es que me he sentido anulada como persona.
Digo había porque ya no lo estoy.
Jamás en mi vida había imaginado que una persona podía sufrir tanto y sentir tanto pánico,
Te odié.
Pensé que nunca me enfrentaría a esta situación y podría gritar:»soy libre”.
Eres un cobarde, solo los cobardes se aprovechan de una persona maltratándola pagando los complejos que te invaden.
Eres un egocéntrico, lleno de complejos que jamás pudiste subsanar.
Querías acabar conmigo pero no contabas que yo tenía mis armas y estas armas son mis hijos y las ganas de salir adelante sin mirar atrás.
Ahora ya te he vencido te he cortado las raíces y caes al suelo sin poder ponerte de pie.
Nunca más vas a poder hacerme daño porque eres mi pasado y de mi pasado solo saco la experiencia para vivir mi presente.
Cierro un capitulo que me ha ocupado el 70 por ciento de mi vida, y jamás volverás a tener la oportunidad de que vuelva a sentirte.
Hasta nunca, miedo.

Por último nos gustaría recordarte que estamos a tu disposición si tienes dudas, preguntas o deseas compartir tú experiencia.

 

 

logo-ampsico-web

Dile la verdad, pero con cariño

Dile la verdad, pero con cariño

“Mami… ¿Dónde está el abuelo? ¿Por qué no vamos hoy a su casa para comer con él?” preguntó Dani de 7 años dos días después de que su abuelo falleciese. “Cariño, hoy nos vamos al parque… seguro que nos lo pasamos mejor”. Le contesta su madre con lágrimas en los ojos. Tiene miedo a que Dani siga con su interrogatorio y ella no sepa cómo contestarle. Sabe que si le dice la verdad su hijo va a llorar y lo va a pasar mal. Tenía una relación muy especial con su abuelo.

Nos suena de algo esta escena, ¿verdad? Si no la hemos vivido directamente, hemos escuchado en varias ocasiones como nos la contaban. Y es que, la muerte es una etapa de nuestra vida. Algo natural que tarde o temprano tenemos que afrontar con mayor o menor distancia emocional y física. Aunque es difícil aceptar la idea ya que significa no volver a ver a una persona nunca más, tenemos que convivir con ella y hacerlo parte de nuestra vida. En ocasiones no terminamos de afrontarlo y se convierte en un problema. Sobre todo cuando se trata de hablar con los más pequeños de la casa y explicarles lo sucedido. ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? Demasiadas preguntas que ni nosotros mismos los adultos nos podemos contestar.

“Se ha ido muy lejos, se ha quedado dormido, está en el cielo…” son algunas de las razones que se les da a los niños para responder a sus inquietudes con respecto a las personas fallecidas. Así los mayores no nos vemos obligados a tener que volver a explicar qué ha pasado o porqué, y creemos que estamos evitándoles pasar un mal trago. Pero nada más lejos de la realidad, lo que sucede es que evitamos hablar sobre la muerte y de alguna manera, estamos dando un mensaje de “tema prohibido o tema tabú” a los propios niños, creando una incertidumbre e inquietud en ellos. El hecho de que no sigan preguntando no significa que hayamos resuelto sus dudas o inquietudes. Ellos siguen sin terminar de entenderlo. Se ven obligados a construir sus pensamientos: la poca información que recogen de su entorno la mezclan con su imaginación, y forman sus propias teorías o se dan sus respuestas. Podemos entender que no siempre son la mejor opción para ellos. Por eso es importante ayudarles a encontrar respuestas acertadas en su mundo de fantasía. Para no alimentar que esas razones que ellos mismos construyen y se dan, sean más dañinas que la propia realidad.

¿Qué nos hace dar rodeos y no pronunciar delante de ellos la palabra “muerte”? Pues en la mayoría de las ocasiones, es nuestra propia angustia o inquietud. Evitamos incluso llamarlo por su nombre, utilizando expresiones como las anteriormente citadas. Pensamos que mantenerles un poco alejados de esta realidad, les va a ayudar a crecer sin desasosiego. Es algo tan traumático para nosotros que pensamos que cuanto menos se hable de ella, menos sufrimiento les causaremos. Sin embargo como ya hemos adelantado, producimos el efecto contrario.

Algo básico en la comunicación del fallecimiento de un ser querido son estos cuatro conceptos clave:

  1. La muerte es universal, hasta las hormiguitas que hay en el campo se mueren.
  2. Es irreversible, una vez que un ser vivo haya fallecido no puede volver a vivir.
  3. Si nos morimos el cuerpo lo hace con nosotros. Todas las funciones vitales que hacen que podamos comer, respirar, escuchar… dejan de funcionar.
  4. Y el cuarto, siempre tiene una explicación: enfermedad, accidente, edad…

Estos cuatro conceptos claves que se relacionan con la muerte van a ser entendidos, aprendidos y asumidos por el niño variando en función del momento evolutivo en el que se encuentre.
Para hacérselo más comprensible al niño y ayudarle a integrar esta vivencia, es de vital importancia que sus padres o los mayores de su alrededor, se lo hagamos más fácil. Hablarles con naturalidad y sin esconder lo que ello provoca en nosotros. Enseñándoles que llorar es una respuesta normal al pensar que su abuelito no va a volver y por tanto, no hay que esconderse para hacerlo ni sentirse mal por ello. Si les transmitimos seguridad llevando a la normalidad lo que se siente en estas situaciones, le damos un espacio para que pregunten sus inquietudes y dudas. Además, si les mostramos que su día a día va a sufrir el menor cambio posible, que va a poder seguir yendo a su cole o visitar a su abuela, ellos sienten menor vértigo. Su mundo no se desmorona tanto como en un primer momento han creído.

En el caso de nuestro pequeño Dani, con sus siete añitos seguramente que ya entienda el carácter irreversible y definitivo de la palabra muerte. Es decir, que su abuelito ya no volverá a comer con él a la salida del cole. En este caso, Dani ha reaccionado de una manera sosegada, pero a su edad no es raro cuando ante este tipo de situaciones los niños se vuelven algo agresivos, demasiado alegres o incluso juegan a buscar a las personas desaparecidas. Son afrontamientos que dentro de unos límites temporales y cualitativos, forman parte de un proceso normal de aceptación. Pueden evitar mostrarse todo lo tristes que están, o negar que sienten pena. Por ello es importantísimo que se sientan apoyados emocionalmente por sus familiares y personas de confianza. Si lloramos con ellos y no nos escondemos, hablamos de la persona que ya no está con naturalidad manteniéndole en el día a día.

“Mami… ¿Dónde está el abuelo? ¿Por qué no vamos hoy a su casa para comer con él?”, preguntó Dani. “Cariño, no podemos ir con el abuelo porque sabes que se murió hace dos días”, le contesta su madre. “Y entonces, si no le veo ¿me voy a olvidar de él?” contesta Dani con gesto de preocupación. “No hijo, siempre que quieras le vamos a recordar y hablamos de él ¿Qué te parece si me cuentas uno de los chistes que él te enseñó?” le dice. “¡Vale! ¿Cuál prefieres?”. Y así Dani pasó todo el camino a casa, triste porque no vería a su abuelo, pero tranquilo porque su mami le había enseñado una manera de no olvidarle. Después de que ya no podría jugar más con su abuelo a las canicas, era lo que más le preocupaba.

 

Julia Romero Bernal, psicóloga en Ampsico

 

 

logo-ampsico-web

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Habla con nosotros
Hablamos!!!
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?