Un mundo por descubrir

Un mundo por descubrir

Taller para mujeres «Un mundo por descubrir»

Un mundo por descubrir… ¿Alguna vez te has parado a pensar en lo que hay en tu interior? ¿Te has permitido escuchar esa voz que día tras día grita para hacerse escuchar? ¿Te dedicas el tiempo que necesitas o vives dedicando tu tiempo solo a los demás? ¿Cuáles son tus sueños?

Cartel del taller para mujeres Un mundo por descubir

Muchas veces buscamos la felicidad fuera, como si nos estuviera esperando al cruzar la esquina de nuestra calle, o en el bus que cogemos para ir al trabajo…

La felicidad depende de ti misma, la construyes tú. Por eso es tan importante que te pares un momento a reflexionar, a mirar hacia tu interior, a pensar solamente en ti, en lo que quieres, en lo que necesitas.

En este Taller para mujeres “Un mundo por descubrir” nos vamos a adentrar en tu propio mundo, en tus sentimientos, pensamientos, inquietudes, miedos, anhelos… ¿estás preparada? Acompáñame por este camino que vamos a ir descubriendo juntas a través de conceptos como la autoestima, la empatía, la inteligencia emocional, la psicología positiva…

A lo largo de nuestra vida, adquirimos muchos conocimientos en el colegio, el instituto, la universidad… Todos dirigidos a desarrollarnos profesionalmente, a tener un trabajo y una estabilidad pero ¿dónde aprendemos a desarrollarnos emocionalmente? ¿Recuerdas alguna asignatura que tratara de habilidades sociales o de cómo afrontar el estrés?

Durante años nos preparamos para salir al mundo y encontrar nuestro sitio. Pero una vez expuestas a ese mundo exterior, ¿sabemos gestionar los fracasos, los éxitos? ¿Qué hacemos cuando comprobamos que las cosas no han salido como nos dijeron que saldrían? ¿Cómo superamos las frustraciones, las exigencias?

La sociedad nos marca cómo debemos comportarnos y cómo debemos relacionarnos. Nos dice lo que realmente es importante y lo que no. Pero ¿para ti qué es lo importante en tu vida? ¿En qué consiste tu felicidad? ¿Sientes que los demás te oyen pero no te escuchan? ¿Necesitas un espacio para ti, para abrirte y compartir lo que está en tu interior? Si la respuesta es positiva, entonces ven y permítete tener tu propio espacio en nuestro taller para mujeres y empieza a descubrir ese mundo interior que siempre te ha acompañado, pero del que muchas veces te has olvidado.

Apúntate aquí 👉https://lnkd.in/ddAPuAV

Contacto:
 carolina.campos.clemente@cop.es
+34 661 56 96 39

 

Carolina Campos Clemente

Alimentación y emoción.

Alimentación y emoción.

Alimentación y emoción.

Seguramente has podido comprobar alguna vez como tu estado emocional ha provocado un reflejo físico en tu sistema digestivo. Como por ejemplo cuando viviste esa situación estresante y  experimentaste una presión en la boca del estómago, digestiones pesadas y/o estreñimiento.

El cerebro emocional

Esta es una de las razones por las que al estómago se le ha bautizado como el segundo cerebro o el cerebro emocional. Es en el aparato digestivo donde se reflejan mediante somatizaciones gran parte de nuestras vivencias emocionales.

Desde el mismísimo refranero popular podemos observar la relación que existe entre el sistema digestivo y las emociones.

«Siento mariposas en el estómago.»

«Tengo un nudo en el estómago.»

«A barriga llena, corazón contento.»

«Tengo el estómago cerrado.·

La alimentación emocional

Tenienamoramiento hambreendo esto presente queremos hacer una reflexión sobre que relación mantengo entre mi alimentación y mi estado emocional.

El hambre y la sed permiten la regulación de nuestro cuerpo mediante dos señales: la sensación de hambre/sed y la sensación de saciedad. El problema llega cuando la identificación de esas señales internas no se produce o es errónea.

Se le llama alimentación emocional a los comportamientos alimentarios motivados por un estado de ánimo en vez de por una necesidad fisiológica. Por ejemplo cuando estoy intranquilo por un problema y me voy directamente a la nevera. Este estilo de alimentación se relaciona con alimentos de alto contenido calórico y poco poder nutricional. Para que nos entendamos bollería, fritos, alimentos procesados, bebidas alcohólicas y un largo etcétera.life-lessons-we-learnt-from-bridget-jones_52034_89556

Las consecuencias de este tipo de alimentación son que podemos entrar en un círculo vicioso donde nos alimentamos de manera poco saludable e ignoramos los mensajes que nos esta enviando nuestro cuerpo sobre nuestro estado anímico.

 

Aprende a escucharte

Escuchar a nuestro cuerpo y ver que es lo que realmente necesita puede ayudarte a vivir con más consciencia tu aquí y ahora. Permítete experimentar la emoción en lugar de evitarla.

Para ayudarte a mantener una alimentación sana y consciente hemos creado este ebook en colaboración con La Cocina de Marianne.  Podrás encontrar recetas saludables que alimentan nuestro cuerpo y una muy especial para alimentarnos con felicidad de la mano de nuestra compañera Julia Romero Bernal.

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100 deseos para encontrar la felicidad

100 deseos para encontrar la felicidad

100 deseos para encontrar felicidad

Existe una tendencia generalizada en las personas a buscar la felicidad. Podemos observar esta búsqueda constante en distintas épocas y civilizaciones.

Pero, ¿cómo lograrla?¿cómo encontrar la felicidad?

Algunos nos invitan a pensar que la felicidad es algo estandarizado. Es decir, que hay una única y universal forma de encontrar la felicidad. De esta manera parece que la felicidad se consigue en lugares como los centros comerciales, centros de cirugía estética, estancos de loterías o agencias de viaje.

Sin embargo, y a pesar de lo que algunos manuales puedan llegar a sugerirnos, no existe un método de ser feliz o de encontrar la felicidad. Cada uno de nosotros debe encontrar su modo particular de ser feliz. Freud decía que la felicidad es algo absolutamente subjetivo.

Para comprender esta idea es importarte recordar que la felicidad tiene sus raíces en nuestro interior. Nuestra felicidad está relacionada con nuestros deseos y necesidades. No forman parte de ella los deseos los demás.

100 deseos para encontrar la felicidadEn consulta observamos que en muchas ocasiones las personas han estado buscando en el exterior su felicidad. El resultado comúnmente es haber  dado “palos de ciego” dedicando tiempo y energía a propósitos que no terminan de reportar la ansiada felicidad.

Para adentrarnos en el camino de buscar la respuesta dentro de uno mismo podemos empezar estudiando nuestros deseos. Nuestros deseos nos dicen más sobre nosotros mismos de los que inicialmente pueda parecer. Nos informan de lo que es excepcionalmente importante es para nosotros mismos.

Por ello, os proponemos elaborar una lista con 100 metas, deseos, objetivos o cosas que deseamos hacer o lograr o conseguir. Para ayudarte en este ejercicio hemos elaborado una plantilla que puedes descargar aquí.

 Una vez cumplimentada la lista observaremos si hay algo que nos llama la atención, ¿hay algún deseo muy marcado o repetitivo? ¿has descubierto algún deseo que no estaba identificando?

Podemos observar si estos deseos se podrían enmarcar en una necesidad concreta. Para ellos os ofrecemos la pirámide de Maslow que elabora una jerarquía de las motivaciones y necesidades humanas. Según este psicólogo una vez satisfechas las necesidades más básicas, podremos desarrollar otras más avanzadas como los de la autorrealización.

Cristina García, psicóloga en Madrid

 

 

Ampsico, psicólogos y pedagogos en Madrid

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos

En fechas navideñas es muy común sentirnos abrumados. Reuniones, cenas,compromisos, regalos … Además de la imposición de felicidad que muchas veces podemos llegar a experimentar.

Resulta complicado ver la tele o mirar un escaparate sin recibir el mensaje claro de la necesidad por ese nuevo perfume, ese brillante juguete  y un largo etcétera. Existe un sutil pero efectivo mensaje detrás en que se vincula la posesión de estos regalos con la felicidad. Todos hemos experimentado el placer de estrenar algo que nos gusta o ver la cara de alegría de nuestra pareja al recibir ese esperado regalo. El problema es que esta felicidad es muy pasajera y nos hace vulnerables a la sensación de insatisfacción frecuente. Ya que tan pronto como consigamos el regalo que queríamos aparecerá otro objeto que no tenemos.

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Gratitud

 

En este artículo hacemos una invitación a regalar con consciencia. Es una manera de enseñar a los más pequeños unos valores que contribuirán en su felicidad presente y futura. Además de ser un ejercicio que no nos viene mal que nos recuerden a los adultos.

Inspirados por esta reflexión y por los libros de Loretta Cornejo queremos proponer un ejercicio relacionado con nutrir al principal enemigo de la insatisfacción, el resentimiento y la envidia: la gratitud. La gratitud es una emoción poderosa que nos provoca beneficios psicológicos. Nos ayuda a concentrar nuestra atención en lo que estamos recibiendo en lugar de aquello que no tenemos.

Recuperando la magia que esta época del año intentemos conectar con esa ilusión de la infancia para escribir una Carta a los Reyes Magos muy especial, donde en lugar de desear objetos os proponemos un ejercicio de gratitud.

Tomate un momento para respirar, mirar hacia dentro y concéntrate en cómo te sientes, en como estas aquí y ahora. Desde ahí mira a ver si puedes llegar a percibir tus deseos. Aquellos que van más allá de caprichos momentáneos. Atrévete a preguntarte

¿Qué partes de mi vida me gustaría que siguieran igual el año que viene?

¿Qué me gustaría cambiar?

¿Me gustaría hacer o conseguir algo nuevo/diferente?

¿Te animas a hacerlo tu también? Te lo recomendamos. Queridos Reyes Magos

 Todo el equipo de Ampsico os desea una muy Feliz Navidad

Cristina García van Nood, Psicologa madrid

 

 

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Adiós, miedo

Adiós, miedo

Adiós, miedo

El lenguaje es el vehículo a través del cual expresamos nuestra realidad y le damos sentido a nuestro mundo. Pero, ¿cómo hablamos de los problemas a los que nos enfrentamos? Es una tarea difícil, y más aún, cuando se trata de situaciones en las que el sufrimiento puede bloquearnos y no dejarnos expresar lo que sentimos. Y es que la forma en la que pensamos y hablamos de nuestros problemas influye tanto que puede contribuir a alimentarlo o, por el contrario, ayudarnos a ver otras perspectivas.

Un recurso poderoso para crear nuevos enfoques a los problemas contra los que luchamos son las cartas terapéuticas, ya que nos ayudan a desarrollar un nuevo lenguaje .

A lo largo de los años, en Ampsico hemos podido leer cartas terapéuticas muy poderosas que han ayudado a parejas a ir más allá de los conflictos que les separaban o  a adolescentes a superar situaciones de bullying. De entre ellas hemos seleccionado una muy especial. Y es que nos gustaría compartir la fuerza y energía que contiene esta carta con la esperanza de que pueda aportar luz a otras personas que se viven atrapadas por el miedo.

Esta carta es para ti:

Despedida al miedo

Hola, miedo
 Hoy quiero despedirme de ti, después de haber convivido contigo durante más de 25 años de mi vida.
 La convivencia contigo ha sido horrible.
He temblado, he sentido taquicardias, he llorado y lo peor de todo es que me he sentido anulada como persona.
Digo había porque ya no lo estoy.
Jamás en mi vida había imaginado que una persona podía sufrir tanto y sentir tanto pánico,
Te odié.
Pensé que nunca me enfrentaría a esta situación y podría gritar:»soy libre”.
Eres un cobarde, solo los cobardes se aprovechan de una persona maltratándola pagando los complejos que te invaden.
Eres un egocéntrico, lleno de complejos que jamás pudiste subsanar.
Querías acabar conmigo pero no contabas que yo tenía mis armas y estas armas son mis hijos y las ganas de salir adelante sin mirar atrás.
Ahora ya te he vencido te he cortado las raíces y caes al suelo sin poder ponerte de pie.
Nunca más vas a poder hacerme daño porque eres mi pasado y de mi pasado solo saco la experiencia para vivir mi presente.
Cierro un capitulo que me ha ocupado el 70 por ciento de mi vida, y jamás volverás a tener la oportunidad de que vuelva a sentirte.
Hasta nunca, miedo.

Por último nos gustaría recordarte que estamos a tu disposición si tienes dudas, preguntas o deseas compartir tú experiencia.

 

 

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Dile la verdad, pero con cariño

Dile la verdad, pero con cariño

“Mami… ¿Dónde está el abuelo? ¿Por qué no vamos hoy a su casa para comer con él?” preguntó Dani de 7 años dos días después de que su abuelo falleciese. “Cariño, hoy nos vamos al parque… seguro que nos lo pasamos mejor”. Le contesta su madre con lágrimas en los ojos. Tiene miedo a que Dani siga con su interrogatorio y ella no sepa cómo contestarle. Sabe que si le dice la verdad su hijo va a llorar y lo va a pasar mal. Tenía una relación muy especial con su abuelo.

Nos suena de algo esta escena, ¿verdad? Si no la hemos vivido directamente, hemos escuchado en varias ocasiones como nos la contaban. Y es que, la muerte es una etapa de nuestra vida. Algo natural que tarde o temprano tenemos que afrontar con mayor o menor distancia emocional y física. Aunque es difícil aceptar la idea ya que significa no volver a ver a una persona nunca más, tenemos que convivir con ella y hacerlo parte de nuestra vida. En ocasiones no terminamos de afrontarlo y se convierte en un problema. Sobre todo cuando se trata de hablar con los más pequeños de la casa y explicarles lo sucedido. ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? Demasiadas preguntas que ni nosotros mismos los adultos nos podemos contestar.

“Se ha ido muy lejos, se ha quedado dormido, está en el cielo…” son algunas de las razones que se les da a los niños para responder a sus inquietudes con respecto a las personas fallecidas. Así los mayores no nos vemos obligados a tener que volver a explicar qué ha pasado o porqué, y creemos que estamos evitándoles pasar un mal trago. Pero nada más lejos de la realidad, lo que sucede es que evitamos hablar sobre la muerte y de alguna manera, estamos dando un mensaje de “tema prohibido o tema tabú” a los propios niños, creando una incertidumbre e inquietud en ellos. El hecho de que no sigan preguntando no significa que hayamos resuelto sus dudas o inquietudes. Ellos siguen sin terminar de entenderlo. Se ven obligados a construir sus pensamientos: la poca información que recogen de su entorno la mezclan con su imaginación, y forman sus propias teorías o se dan sus respuestas. Podemos entender que no siempre son la mejor opción para ellos. Por eso es importante ayudarles a encontrar respuestas acertadas en su mundo de fantasía. Para no alimentar que esas razones que ellos mismos construyen y se dan, sean más dañinas que la propia realidad.

¿Qué nos hace dar rodeos y no pronunciar delante de ellos la palabra “muerte”? Pues en la mayoría de las ocasiones, es nuestra propia angustia o inquietud. Evitamos incluso llamarlo por su nombre, utilizando expresiones como las anteriormente citadas. Pensamos que mantenerles un poco alejados de esta realidad, les va a ayudar a crecer sin desasosiego. Es algo tan traumático para nosotros que pensamos que cuanto menos se hable de ella, menos sufrimiento les causaremos. Sin embargo como ya hemos adelantado, producimos el efecto contrario.

Algo básico en la comunicación del fallecimiento de un ser querido son estos cuatro conceptos clave:

  1. La muerte es universal, hasta las hormiguitas que hay en el campo se mueren.
  2. Es irreversible, una vez que un ser vivo haya fallecido no puede volver a vivir.
  3. Si nos morimos el cuerpo lo hace con nosotros. Todas las funciones vitales que hacen que podamos comer, respirar, escuchar… dejan de funcionar.
  4. Y el cuarto, siempre tiene una explicación: enfermedad, accidente, edad…

Estos cuatro conceptos claves que se relacionan con la muerte van a ser entendidos, aprendidos y asumidos por el niño variando en función del momento evolutivo en el que se encuentre.
Para hacérselo más comprensible al niño y ayudarle a integrar esta vivencia, es de vital importancia que sus padres o los mayores de su alrededor, se lo hagamos más fácil. Hablarles con naturalidad y sin esconder lo que ello provoca en nosotros. Enseñándoles que llorar es una respuesta normal al pensar que su abuelito no va a volver y por tanto, no hay que esconderse para hacerlo ni sentirse mal por ello. Si les transmitimos seguridad llevando a la normalidad lo que se siente en estas situaciones, le damos un espacio para que pregunten sus inquietudes y dudas. Además, si les mostramos que su día a día va a sufrir el menor cambio posible, que va a poder seguir yendo a su cole o visitar a su abuela, ellos sienten menor vértigo. Su mundo no se desmorona tanto como en un primer momento han creído.

En el caso de nuestro pequeño Dani, con sus siete añitos seguramente que ya entienda el carácter irreversible y definitivo de la palabra muerte. Es decir, que su abuelito ya no volverá a comer con él a la salida del cole. En este caso, Dani ha reaccionado de una manera sosegada, pero a su edad no es raro cuando ante este tipo de situaciones los niños se vuelven algo agresivos, demasiado alegres o incluso juegan a buscar a las personas desaparecidas. Son afrontamientos que dentro de unos límites temporales y cualitativos, forman parte de un proceso normal de aceptación. Pueden evitar mostrarse todo lo tristes que están, o negar que sienten pena. Por ello es importantísimo que se sientan apoyados emocionalmente por sus familiares y personas de confianza. Si lloramos con ellos y no nos escondemos, hablamos de la persona que ya no está con naturalidad manteniéndole en el día a día.

“Mami… ¿Dónde está el abuelo? ¿Por qué no vamos hoy a su casa para comer con él?”, preguntó Dani. “Cariño, no podemos ir con el abuelo porque sabes que se murió hace dos días”, le contesta su madre. “Y entonces, si no le veo ¿me voy a olvidar de él?” contesta Dani con gesto de preocupación. “No hijo, siempre que quieras le vamos a recordar y hablamos de él ¿Qué te parece si me cuentas uno de los chistes que él te enseñó?” le dice. “¡Vale! ¿Cuál prefieres?”. Y así Dani pasó todo el camino a casa, triste porque no vería a su abuelo, pero tranquilo porque su mami le había enseñado una manera de no olvidarle. Después de que ya no podría jugar más con su abuelo a las canicas, era lo que más le preocupaba.

 

Julia Romero Bernal, psicóloga en Ampsico

 

 

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