Talleres Solidarios

Talleres Solidarios

Talleres solidarios de Ampsico

Arrancamos el curso escolar 2017/18 con la realización de 3 talleres solidarios. No os los perdáis. El ciclo se compone de 3 sesiones que exponemos a continuación:


Taller solidario sobre alimentación y emoción

La primera sesión de nuestros talleres solidarios está relacionada con la estrecha relación que existe entre la alimentación y las emociones. Seguramente has podido comprobar alguna vez como tu estado emocional ha provocado un reflejo físico en tu sistema digestivo. Como por ejemplo cuando viviste esa situación estresante y experimentaste una presión en la boca del estómago, digestiones pesadas y/o estreñimiento.

Los objetivos del taller:

  • Aprender sobre la relación entre nuestra emoción y nuestra alimentación.
  • Reflexionar y conocer qué son y para qué sirven las emociones.
  • Identificar las emociones negativas que influyen en la alimentación.
  • Descubrir los errores de interpretación relacionados.
  • Estereotipos de la obesidad y delgadez.
  • Fomentar el contacto del grupo.

Duración: el taller está compuesto por una única sesión de 1 hora.

Población a la que va dirigida: adultos

Horario:  14 de diciembre de 11.30 – 12.30 horas

Lugar: Sede de Ampsico

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Taller solidario de Risoterapia para adultos

A veces necesitamos buscar el sentido positivo a las circunstancias que nos vienen y utilizar la creatividad para sacarle mayor jugo a la vida. La risa juega un papel importante en este campo. Con este taller los participantes conocerán los beneficios que tanto a nivel personal como profesional puede tener una sonrisa.

Objetivos:

  • Re-descubrir la risa como herramienta para enfocar las posibles dificultades que puedan surgir en el entorno laboral, de un modo más efectivo.
  • Emplear la risa como recurso de prevención para evitar el desarrollo de emociones negativas, tales como la ansiedad o la ira.
  • Potenciar la creatividad y la imaginación, recursos que nos permiten disponer de un abanico mayor de alternativas para hacer frente a distintos imprevistos que pueden aparecer en el día a día.
  • Re-conocer cualidades positivas tanto de uno mismo, como de otros compañeros de trabajo.
  • Liberar la tensión generada por la carga de trabajo acumulada a lo largo de la jornada laboral.
  • Favorecer el trabajo en equipo.
  • Impulsar la cohesión grupal.

 

Duración: el taller está compuesto por una única sesión de 1 hora y 30 minutos.

Población a la que va dirigida: adultos

Horario: el 1 de febrero de 11.30 – 13.00 horas

Lugar: Pendiente de publicar

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Taller solidario: «Óle yo, iniciándome en el mundo de las emociones»

A partir de los dos años es una edad perfecta para iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de emociones. Es entonces cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros niños de modo más abierto. Así pues, podemos realizar varios ejercicios con ellos, como puede ser introducirlos en el manejo de las emociones básicas.

Objetivos:

  • Tener una primera toma de contacto con el reconocimiento y la expresión de emociones básicas como la alegría, la tristeza o la ira, entre otras.
  • Dotar a los participantes de estrategias de autocontrol ante la experimentación de ira.
  • Entrenamiento en relajación, trabajando la respiración como técnica.

 

Duración: el taller está compuesto por una única sesión de 1 hora y 30 minutos.

Población a la que va dirigida: niños de 2 a 4 años

Horario: 28 de mayo de 18.30 – 19.30 horas

Lugar: Espacio Pozas

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Si estás interesado o interesada en otra temática envíanos tus sugerencias  a través del formulario de nuestra página de contacto y las tendremos en cuenta en la organización de los siguiente talleres solidarios.

Campamento de verano con inteligencia emocional

Campamento de verano con inteligencia emocional

Un campamento de verano es una opción inteligente si es con inteligencia emocional

Llegadas estas fechas en las que el calor aprieta y a nuestros hijos les van a dar las vacaciones, nos planteamos “qué vamos a hacer con los niños”.

El campamento de verano es una de las opciones más elegidas, aunque siempre nos queda dejarlos con los abuelos, tíos o demás familiares.

Campamento de verano con inteligencia emocional

La mejor opción al elegir un campamento de verano es hacerlo junto a nuestro hijo. Debemos buscar que se adapte a sus necesidades y gustos.

A nuestro alrededor tenemos diversos campamentos, desde los que nos oferta el colegio, la empresa, el ayuntamiento,…

Pero también podemos elegir alguno que esté más adaptado a los gustos y aficiones de nuestro hijo. Por ejemplo, un campamento de verano para montar a caballo, practicar el tenis, jugar al fútbol, mejorar el inglés, etcétera.

Aún así, lo que debemos tener en cuenta, invariablemente y como nexo de unión común, son los beneficios psicológicos que puedan tener con cualquiera de ellos.

Los que vivimos en las grandes urbes hemos ido sustituyendo los espacios abiertos por grandes bloques de edificios, asfalto y coches donde los niños tienen cada vez menos espacio para jugar y desarrollarse libremente.

Nuestros hijos pasan cada vez más tiempo de ocio jugando con aparatos electrónicos (WII, Playstation, Nintendo DS) que no incrementan su imaginación ni les permiten un buen desarrollo emocional ni social. Inscribir a nuestro hijo en un campamento de verano es una buena solución para el desarrollo personal y emocional de nuestro hijo. Con ello tendrán una experiencia muy gratificante que seguramente será recordada toda su vida.

EL campamento de verano es un verdadero espacio de crecimiento y desarrollo emocional. Desarrollan la independencia, el sentido de la responsabilidad y la autonomía, el niño se habitúa a estar sin sus padres y a interactuar con sus compañeros y monitores. La idea es la socialización en un espacio diferente al habitual, donde se encontrarán con dificultades que tendrán que aprender a resolver por sí mismos o pedir ayuda a compañeros y monitores para enfrentarse a ello. Un espacio más para el desarrollo emocional de los más pequeños.

Niños aprendiendo en campamento de verano

Entre otros beneficios, la convivencia en grupo les permitirá aprender a gestionar su tiempo, a comprender qué es el trabajo en equipo, desarrollar valores como la solidaridad, la empatía con el otro, la escucha o la tolerancia a lo diferente.

Además de aprender a hacerse cargo de sus propias emociones y de las de los demás y a cómo ser capaces de resolverlas. Autoconocerse, aprender a esperar, a hacerse cargo de lo que le dan y reciben de sus compañeros. En definitiva, a jugar a “ser” de otra manera a cómo se comportan en casa.

Por otro lado, existen diversos tipos de campamentos, aunque los podríamos diferenciar entre los que se hacen durante la jornada hasta el mediodía dentro de nuestra población, denominados campamentos urbanos y los que se desarrollan en un entorno de naturaleza durante una semana o más tiempo, que en ocasiones se les denomina “colonias”.

Los objetivos comunes que suelen tener todos ellos, entre otros, son el fomentar en los participantes actitudes positivas para su crecimiento personal, desarrollando la imaginación y la creatividad, infundiendo entusiasmo y colaboración en distintas tareas, potenciando la socialización, el compañerismo y la convivencia. Los campamentos más específicos tienen algunas actividades más enfocadas al objetivo como montar a caballo, practicar inglés, fútbol, tenis… reforzando así el aprendizaje de dicha actividad.

En los campamentos que se realizan en un entorno de naturaleza, además se accede a unos beneficios añadidos ya que se hacen actividades y excursiones donde los niños podrán ejercer valores como el respeto por la naturaleza, la toma de conciencia de la responsabilidad que tenemos en su cuidado, haciéndose responsables de tomar una actitud activa.

Ver y experimentar otro tipo de texturas que no se encuentran en la gran ciudad. Es bueno observar los distintos animales y cómo interactúan. También ver la vegetación y cómo varía de un sitio a otro. Por otro lado, maravillarse de la variedad de paisajes que ofrece, frente al monótono paisaje urbano.

Aprender a ser más tolerantes y convivir con personas que no son de su entorno habitual. Además, hacer amigos, compartir y adquirir nuevos conocimientos, divertirse aprendiendo a conocer sus propias emociones y las de los otros. También aprender así a compartir con otros estas experiencias.

Saber y conocer cuales son las emociones que se experimentan y el beneficio que aportan el aprender a regularlas ayudados por amigos y compañeros. En definitiva aprender qué es la Inteligencia Emocional.

Para que nuestros hijos sean más inteligentes emocionalmente, han de superar experiencias que compartirán en entornos fuera de los habituales. Así,  sacarán beneficio de las experiencias sociales.

“El auto-conocimiento, auto-conciencia, la sensibilidad social, la empatía y la capacidad de comunicarse con éxito con los demás. Se corresponde con el corazón.”

Stephen Covey

 

 

 

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